Los accidentes de tráfico (en inglés) pueden ocurrir de muchas formas. Desde choques menores hasta colisiones frontales a alta velocidad, los escenarios son casi infinitos. Sin embargo, un choque trasero es uno de los tipos más comunes de accidentes automovilísticos (en inglés), y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) estima que alrededor del 30% de los choques entre vehículos en movimiento son colisiones por atrás.
Por lo general, el conductor que impacta por detrás al vehículo que va delante es legalmente responsable (civilmente responsable) de los daños derivados del accidente (en inglés). No obstante, existen excepciones a esta regla, entre ellas:
Veamos con más detalle la cuestión de la culpa en las colisiones por alcance.
Todo conductor tiene la obligación de mantener una distancia segura con respecto al vehículo que circula delante. Esta distancia varía según la velocidad, las condiciones de la vía y otros factores. Un conductor que incumple esta obligación se considera negligente. Por eso, en una colisión por atrás, el conductor trasero casi siempre será considerado al menos parcialmente negligente (y, por tanto, tendrá una gran porcentaje de culpa).
La negligencia (en inglés) es el término que se usa para describir una conducta que no cumple con el nivel básico de cuidado y que causa daños a otras personas. En pocas palabras, un conductor es negligente si no actúa de forma razonable y, como resultado, alguien resulta herido. Pero ¿qué se considera un comportamiento razonable? Depende de las circunstancias del accidente.
Para probar que un accidente fue causado por negligencia (en inglés), primero hay que demostrar que ese conductor tenía un deber de cuidado. Esto es bastante sencillo, ya que todos los conductores tienen la obligación de conducir con precaución y cuidado razonables para con los demás usuarios de la vía.
En segundo lugar, se debe demostrar que ese deber fue incumplido y que dicha negligencia fue la causa del accidente, lo que nos lleva al siguiente punto.
Los conductores pueden incumplir su deber de cuidado razonable de varias maneras. En la mayoría de los casos de accidentes por detrás puede incluir:
Después de una colisión por detrás, es importante tener cuidado con lo que se dice en el lugar del accidente y en conversaciones posteriores. Para minimizar las consecuencias negativas, conviene seguir ciertos pasos inmediatamente después del accidente (en inglés) y al tratar con la aseguradora de las partes involucradas.
Frenar bruscamente a propósito, también conocido como "brake checking", es una forma de "road rage" (en inglés) en la que el conductor delantero frena de forma repentina e intencionada para sorprender, molestar o intimidar al conductor que viene detrás. Esto obliga al conductor trasero a frenar bruscamente o desviarse para evitar un accidente de auto.
Esta práctica es peligrosa, puede causar choques traseros y, en algunos casos, incluso dar lugar a enfrentamientos físicos. Casi siempre constituye una infracción de tráfico y, en determinadas circunstancias, podría dar lugar a cargos penales por conducción temeraria (en inglés) según las leyes de tránsito de su estado.
Si usted choca por detrás a alguien que le ha hecho "brake checking", será difícil probar que sus acciones fueron intencionadas. El conductor delantero probablemente alegará que usted iba demasiado cerca o inventará una razón para justificar la frenada repentina. Intente encontrar testigos del incidente o buscar cámaras de vigilancia que puedan haberlo grabado.
Si le acusan de haber hecho "brake checking", no comente los detalles del accidente con nadie, incluyendo al otro conductor, su abogado o su aseguradora. Consulte con un abogado de accidentes automovilísticos, especialmente si teme consecuencias penales (en inglés).
Algunos accidentes por atrás no son reales, sino incidentes preparados (en inglés) con el fin de estafar a las compañías de seguros. Por ejemplo, el fraude conocido como swoop and squat consiste en que dos conductores se coordinan para encerrar a un tercer vehículo y provocar una colisión. Un conductor se cruza bruscamente delante del vehículo objetivo y frena de golpe, mientras el segundo conductor se posiciona a un lado para impedirle maniobrar y evitar el choque.
Demostrar que usted fue víctima de un fraude de este tipo —y no simplemente un conductor distraído que chocó por detrás— puede ser complicado. Tendrá que demostrar que existía una conexión entre los conductores implicados. Además, el ajustador del seguro probablemente cuestionará también su posible grado de responsabilidad: ¿Iba usted a exceso de velocidad? ¿Iba demasiado cerca del coche que tenía delante?
Sí, es posible que el conductor del vehículo chocado por detrás también sea parte responsable del accidente, por ejemplo, cuando:
¿Qué ocurre cuando tanto el conductor trasero como el delantero comparten la culpa del accidente, o cuando hay múltiples vehículos implicados en una reacción en cadena (en inglés) y la responsabilidad se reparte entre varias personas? Las reglas varían según las leyes de negligencia de cada estado. Algunos estados aún aplican el estricto sistema de "negligencia contributiva", pero la mayoría ya usa la "negligencia comparativa" (en inglés). Veamos la diferencia:
Solo unos pocos estados siguen este sistema. Bajo esta ley, si el Conductor A demuestra que el Conductor B fue negligente en alguna medida, aunque sea mínima, el Conductor B no podrá reclamar nada en una demanda. Es decir, si el Conductor B tuvo solo un 1% de culpa en el accidente, no puede recuperar ninguna indemnización, aunque el Conductor A haya sido 99% responsable.
Este sistema reparte la culpa entre los conductores. La responsabilidad del conductor puede reducirse, pero no necesariamente eliminarse, si el otro también tuvo parte de la culpa. Hay dos versiones de este sistema:
Estas reglas sobre culpa compartida se aplican si el caso llega a juicio, pero también influyen en las negociaciones entre aseguradoras (en inglés) tras un accidente.
Una pregunta común en estos casos es si el conductor trasero mantuvo una "distancia de seguimiento segura" antes del accidente. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), un vehículo que viaja a 55 millas por hora necesita unos 60 pies para que el conductor reaccione ante un peligro, y unos 160 pies para detenerse completamente. Es decir, se requiere una distancia total de 220 pies para detenerse en condiciones normales a esa velocidad.
Para evitar que los conductores circulen demasiado cerca unos de otros, muchos estados recomiendan en sus manuales de conducción la "regla de los tres segundos". Esta regla indica que un conductor debe elegir un objeto fijo en la carretera, como un árbol o un poste, y contar tres segundos desde que el vehículo de delante pasa por ese punto hasta que su propio vehículo lo haga.
Diversos factores pueden retrasar el tiempo de reacción o el tiempo de frenado, entre ellos el mal clima, el exceso de velocidad o las distracciones al volante. Aunque no siempre es fácil demostrar la culpa del conductor si violó esta regla, los testimonios de testigos o grabaciones de cámaras pueden ser útiles.
Aunque parezca evidente quién tuvo la culpa en una colisión por detrás, pequeños detalles pueden cambiar completamente el panorama de responsabilidades. Incluso si no hay discusión sobre la culpa, puede haber desacuerdo sobre el monto de los daños que usted debe pagar, especialmente si ambas partes comparten cierta responsabilidad.
Un abogado experimentado en accidentes automovilísticos puede responder a sus preguntas y asistirle en todas las etapas del proceso, ya sea al presentar un reclamo ante el seguro (en inglés) o al iniciar una demanda (en inglés). Consulte más sobre cómo contratar representación legal (en inglés).
Adaptado al español de su versión en inglés: Who Is At Fault In a Rear-End Collision?