La mayoría de los accidentes automovilísticos (en inglés) provocan desde algún tipo de lesiones comunes, molestias leves y hematomas hasta lesiones catastróficas. Después de todo, se libera una gran cantidad de fuerza cuando un vehículo impacta o es impactado. Sin embargo, a veces las lesiones no se manifiestan de inmediato.
Los tipos de lesiones por accidente de tráfico (en inglés) que suelen aparecer más tarde son las lesiones de tejidos blandos, las conmociones cerebrales y las lesiones de espalda. A continuación, analizaremos en detalle estos tipos de lesiones y explicaremos por qué es crucial monitorear, reconocer y tratar las lesiones tras un accidente de tráfico, tanto por su salud como por el éxito de cualquier reclamación que decida presentar en los Estados Unidos.
Una lesión de tejido blando afecta las partes del cuerpo que no son hueso, como los músculos, tendones y ligamentos.
Cuando ocurre un accidente de automóvil, tanto conductores como pasajeros experimentan una detención repentina, lo que puede provocar que el cuerpo se mueva bruscamente o sea lanzado dentro del vehículo. Esta fuerza inesperada pone mucha presión en las articulaciones, la espalda y otras áreas vulnerables del cuerpo. Por eso, es fundamental prestar atención a cualquier dolor, contusiones o molestias después de un accidente, aunque parezcan leves al principio.
Las lesiones de tejidos blandos suelen provocar dolor, distensiones, inflamación y movilidad reducida, pero estos síntomas pueden tardar días, incluso semanas, en aparecer tras un accidente (en inglés) y, en algunos casos, pueden generar molestias a largo plazo.
Aunque el cerebro está bien protegido por el cráneo y el líquido que lo rodea, un golpe en la cabeza o una sacudida violenta del cuerpo puede hacer que el cerebro choque contra el interior del cráneo. Esto puede provocar una conmoción cerebral, especialmente en accidentes de tráfico.
Las lesiones cerebrales traumáticas pueden ser graves y duraderas, y sus síntomas no suelen manifestarse de inmediato como las lesiones físicas. La desorientación o la pérdida del conocimiento son señales evidentes. Sin embargo, otros síntomas pueden ser más sutiles, como:
Es fundamental buscar atención médica inmediata si experimenta alguno de estos síntomas tras un accidente, para descartar o detectar posibles daños cerebrales a tiempo.
La columna vertebral es una estructura compleja y delicada que protege la médula espinal y sostiene el cuerpo. Por eso, incluso una colisión aparentemente menor puede causar lesiones graves en la parte superior de la espalda (torácica) o la zona lumbar. Estas pueden incluir daños en los huesos (vértebras), músculos, tendones, discos, ligamentos, nervios o, en casos más severos, lesiones de la médula espinal.
Además del dolor, otros signos de lesión en la espalda incluyen:
Otros síntomas comunes incluyen entumecimiento y hormigueo.
Dependiendo de la gravedad y la naturaleza de la lesión, las lesiones de aparición tardía pueden manifestarse inicialmente como entumecimiento y sensación de hormigueo. Esto es especialmente común en la espalda y las extremidades, como los brazos, piernas, manos y pies. Estas sensaciones pueden deberse a:
El entumecimiento y el hormigueo pueden ser los primeros signos de una lesión interna que aparece tardíamente tras un accidente. Otros síntomas que pueden acompañar estas sensaciones incluyen:
Después de un accidente, es recomendable acudir al médico (en inglés) si experimenta cualquier tipo de dolor o molestia. Incluso si se siente bien, podría ser conveniente una revisión médica. El médico es quien mejor podrá determinar si sufrió alguna lesión grave. También puede darle pautas para monitorear síntomas y advertencias a tener en cuenta.
Si decide presentar una reclamación por lesiones por accidentes automovilísticos, es fundamental poder documentar que buscó atención médica en un plazo razonable. Si tarda demasiado, el perito de seguros (en inglés) podría argumentar que sus lesiones no eran graves.
Tras un accidente, la aseguradora del otro conductor puede contactarle e intentar que firme una renuncia (en inglés) a cualquier reclamación a cambio de un cheque de indemnización.
No firme nada (en inglés) hasta que haya sido completamente evaluado por un médico. El médico puede ayudarle a determinar si se comprende bien la naturaleza y el alcance de sus lesiones.
Si firma una renuncia y posteriormente aparece una lesión, no podrá reclamar gastos médicos adicionales. Al firmar, renuncia a su derecho legal a buscar esa compensación.
A pesar de todas las precauciones, es posible que el dolor o una lesión persistan o regresen después de haber llegado a un acuerdo por el accidente. En la mayoría de los casos, no podrá demandar nuevamente al conductor culpable o a su aseguradora. Sin embargo, aún podrían existir opciones legales, como argumentar que la renuncia fue obtenida de manera obligada o fraudulenta, o demandar a otra parte que no estuviera involucrada en el acuerdo.
Para asegurarse de que su reclamación esté en buenas manos, consulte con un bufete de abogados de accidentes de tráfico (en inglés), quienes podrán evaluar su situación y tomar las medidas adecuadas para lograr el mejor resultado posible, incluida la presentación de una demanda (en inglés), si es necesario.
Adaptado al español de su versión en inglés: What If My Accident Injuries Don't Show Up Right Away?